El mundo inmobiliario es fiel al dicho “Una imagen vale más que mil palabras”. En plena era digital, la mayoría de viviendas se consultan e incluso se venden por internet. Por lo tanto, los clientes-vendedores, encontrarán a sus compradores en la red ¿Crees que alguien va a adquirir su inmueble si no puede hacerse una idea de cómo es? Te adelantamos que ni siquiera lo visitará.

La fotografía inmobiliaria es un valor necesario en la competencia por vender propiedades. Las típicas costumbres de búsqueda de los potenciales compradores no están ni cerca de las actuales, hoy en día se apoyan en las páginas web y las redes sociales para hacer una “primera cita” con las propiedades que se encuentren en su lista de interés. El internet es quien le ha otorgado tanto protagonismo a la fotografía para el mundo de bienes raíces. Lo primero en destacar es que la herramienta, en este caso la cámara que emplees, es solo eso, una herramienta, que debe ser utilizada correctamente pues, una buena venta puede entrar por los ojos. Calidad Como fue mencionado, la cámara es solo una herramienta, que bien utilizada resulta ser de gran ayuda. Si no sabes utilizarla, conseguirás las mismas fotos que antes, eso sí, más caras y en mejor calidad, pero no necesariamente más atractivas. la fotografía inmobiliaria es lo que ayuda a conseguir solicitudes de información. ¡Hey! “ayuda"; porque, digamos unas 10 fotos, no vende un inmueble por sí sólo. Entorno Comprender el entorno que rodea un inmueble es fundamental para comprender el valor del mismo. Tan importante es enseñar los detalles de la vivienda, como visualizar el contexto en el que se ubica. Un fallo muy común en la fotografía inmobiliaria. Resulta fundamental en cualquier catálogo de inmuebles en una página web para inmobiliarias, porque una casa no es solo metros cuadrados, sino la localidad, los colegios, las vistas y los comercios cercanos. Planifica con cuidado qué vas a fotografiar Los inmuebles para ser distinguibles debemos destacar lo más característico de ellos. Por eso, el agente encargado de tomar las imágenes debe planificar con cuidado qué quiere fotografiar de cada inmueble y que sea lo suficientemente representativo como para distinguirlo de los miles que hay ahí fuera. Luminosidad Esto va de la mano con el ángulo, el interior y el exterior. Toma la fotografía desde el ángulo correcto. Cuando haces fotos y tienes una ventana, en la mayoría de las ocasiones la diferencia de luminosidad entre el exterior y el interior es tan grande que tu cámara es incapaz de recoger correctamente toda la escena. Proyección Esta podría ser la primera regla de la fotografía inmobiliaria. Hay que obtener fotos del exterior ¡El cielo es sumamente importante! En el interior lo que realmente interesa es la cocina, las terrazas y algún elemento que sea distintivo. Toma fotografías de todo esto y luego del resto. Esperamos sea de ayuda estas recomendaciones, cada foto de un inmueble transmite sentimientos y amplitud que hagan justicia a la vivienda y resalte su valor.